Cruzadas Evangelistas Europeoamericanas

                              
           
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Origen de las herejías de Scofield


Por
Emma Moore Weston
 
 
No hay mayor daño que se le pueda ocasionar al pueblo cristiano que el arrebatarles la palabra de Dios o falsificarla, para que no la reciban pura y clara. Permita Dios  que nosotros y nuestra descendencia  no seamos  testigos de tal calamidad” (Martin Lutero, en sus platicas de sobremesa).
 
El adoctrinamiento moderno sobre el rapto secreto de la Iglesia, los siete años de tribulación y el reinado de mil años de Cristo en la tierra no tienen base Bíblica. Muchos eruditos han empezado a dudar de la validez de estas enseñanzas y han investigado para descubrir los hechos. Sus investigaciones los han encaminado a Bibliotecas de Inglaterra hacia los Hermanos de Plymouth, John N. Darby, Edward Irving y a una huérfana de quince anos, Margaret MacDonald. Al igual que Cyrus I. Scofield, varios sacerdotes Jesuitas también estaban involucrados.
 
Esta información adicional fue recopilada por la traductora de
www.apologista.wordpress.com
 
La primera persona que enseñó esa doctrina fue una joven llamada Margaret Macdonald. Margaret no fue teóloga o maestra de la Biblia sino una profetisa de la secta Irvingita (Iglesia Apostólica Católica).
 
El periodista cristiano Dave MacPherson ha escrito un libro sobre el origen del arrebatamiento pretribulacional. Dice: “Hemos visto que una joven muchacha escocesa llamada Margaret Macdonald tuvo una revelación particular en Port Glasgow, Escocia, a inicios de 1830, que afirmaba que un grupo selecto de cristianos de improviso se encontrarían ante Cristo antes de los días del anticristo.
 
Un testigo, Robert Norton, conservó el informe de su revelación del arrebatamiento tribulacional en dos de sus libros, y dijo que fue la primera vez que se divide la segunda venida de Cristo en dos etapas o partes bien definidas. Sus escritos, junto con mucha otra literatura de la Iglesia Católica Apostólica, han estado escondidos durante muchas décadas del pensamiento prevaleciente del Evangelicalismo y sólo recientemente han salido a la luz.
 
Hasta este momento es la información que nos ha llegado. Los primeros  antecedentes registrados sobre una escritura herética y la predicación de la  idea del reino de Cristo de los mil años en esta tierra fue Cerintio. Fue contemporáneo en tiempo y lugar con el apóstol Juan y fue su enemigo. El historiador Eusebio escribió sobre él en su libro Historia Eclesiástica, en el 324 d.C.
 
Los protestantes en el siglo XVI denominaban al papado el anticristo  a causa de los millones de cristianos protestantes que fueron martirizados. Con la esperanza de que dejasen de atacar a los católicos, los Jesuitas elucubraron doctrinas para contrarrestar la Reforma.
 
En el año 1585, Francisco Ribera publicó un comentario profético en el cual situaba los primeros capítulos del Apocalipsis en el primer siglo y el resto en un futuro lejano. Enseñaba que el templo seria reconstruido en Jerusalén por el anticristo, que aboliría al cristianismo, negando a Cristo, pretendiendo ser Dios y conquistaría el mundo. Ribera colocaba una cinta elástica sobre la setentava semana de Daniel y la estiraba hasta el fin de los tiempos.
 
Este fue el comienzo de la teoría futurista  que se enseña hoy en día. No hay escrituras que autoricen la separación de la semana 69  y la 70 de Daniel. Scofield  tomó  las Escrituras que ya habían sido cumplidas y las puso en un futuro lejano.
 
S.R.Maitland, Bibliotecario del  Arzobispo de Canterbury, (por el año1826)  descubrió el trabajo de Ribera y lo público para interés general. Otro Jesuita, Luis de Alcázar, puso el cumplimiento de las profecías del Apocalipsis en el pasado con su confabulación que se enseña hoy en día.
 
Otro Jesuita, Emanuel Lacunza, añadió  sus ideas en un libro escrito en castellano, y que fue traducido al inglés por Edward Irving e impreso en el año 1927. Contaba que la segunda aparición de Jesús seria en dos etapas. Margaret Macdonald, en Escocia, también tuvo una visión  de la segunda aparición en dos etapas. Jesús vendría primero para llevarse a algunos cristianos en un arrebatamiento secreto previo al de la Segunda Aparición, en la que la Iglesia ha creído durante siglos, volviendo después con ellos. Copias de su visión circularon allí.
 
John N. Darby, de los hermanos Plymouth, y Edward Irving pusieron todas estas ideas en conjunto y empezaron a enseñarlas como verdaderas en los años 1830. El moldeamiento final de esta enseñanza concluyó con el arrebato secreto, luego un periodo de tres años y medio de terrorífica tribulación bajo el anticristo, previo al  regreso de Cristo con todos sus santos para fundar el reinado en Jerusalén de los mil años. Se reconstruiría el templo, restableciendo los sacrificios de animales y Cristo reinaría con los judíos durante un milenio. Sin embargo, el texto griego para arrebato (rapto) y revelación aluden al mismo concepto y se intercambian.
 
En el año 1994, el Reverendo John Bray obtuvo una copia de otro libro impreso en Pensilvania en el año 1778 que enseñaba las mismas herejías. Se desconoce si tuvo alguna influencia sobre los Hermanos. (Su dirección es: P.O.Box 90129, Lakeland, Florida, 33804.) En la última mitad del siglo pasado, Darby realizó varios viajes a los Estados Unidos y enseñó sus confabulaciones en varios seminarios. Fue  aceptado por muchos en los Estados Unidos, entre ellos el Reverendo James Brookes, que sería el mentor de un nuevo converso, un joven llamado Cyrus I. Scofield. Posteriormente, todas estas ideas fueron incorporadas  a las anotaciones y se publicaron en el año 1909 en la forma de la Biblia de Referencia de Scofield.
 
Millones de ingenuos cristianos aceptaron esas teorías como verdaderas, desconociendo sue origen o el fin que perseguían. Hicieron mucho daño a la Iglesia y el resultado ha sido desastroso. La gente ha de saber que las diferencias principales sobre la doctrina de la segunda aparición no provienen de la Biblia en sí misma, sino de las prefabricaciones deliberadas introducidas para contrarrestar la Reforma y provocar el mal. ¡Y lo han conseguido! Además de estas mentiras, la historia de la vida de Scofield se ha mantenido en secreto porque sino sus enseñanzas quedarían muy desprestigiadas, sino destruidas.
 
Los dispensacionalistas nombran a la aparición de Jesús como un ladrón en la noche que viene por sus santos el “arrebatamiento” y a la segunda etapa cuando regresa con ellos, la “revelación.” Sin embargo la palabra griega para arrebatamiento y revelación alude el mismo acontecimiento y se usa indistintamente.
 
Las escrituras enseñan que, “Y entonces se manifestará aquel malvado, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca y destruirá con el resplandor de su Parusía (venida).” Si el resplandor de su aparición es para destruir al malvado puede difícilmente ser un secreto conocido solamente por los santos (2 Tesalonicenses 2:8) ¿Cómo puede el anticristo comenzar a florecer en la Parusía si en ese momento muere? (Referencias sobre la Parusía en 2 Corintios10:10; Mateo 24:3,27,37; 1 Corintios 15:23, 16:17; 1 Tesalonicenses 3:13, 4:15, 5:23, 2Tesalonicenses 2:1,8,9 y Santiago 5:7,8).
 
Los Reformadores, Lutero, Calvino y Knox y los líderes del Gran Despertar, como Wesley, Whitefield y Finney no creyeron en ninguna de estas enseñanzas. No obstante, lo importante es lo que Jesús dijera al respecto; ¡Absolutamente nada! El dijo, “Mi reino no es de este mundo.”(Juan18:36) La única forma de entrar en su Reino es renaciendo en él. Es un Reino espiritual en el que se entra únicamente renaciendo espiritualmente. (Juan 3:5)
 
¿Qué dijo el apóstol Pablo referente a esto? !Absolutamente nada!
 
¿Qué dicen los otros escritores de las epístolas sobre esto? ¡Nada!
 
¿Que dice el credo de los apóstoles referente a esto? ¡Nada!
 
El siguiente alegato centenario de fe de la Iglesia afirma: “Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y la tierra, y en Jesucristo, Su único Hijo, Señor nuestro, que fue concebido por el Espíritu Santo, nacido de la Virgen María, sufrió ante Poncio Pilatos, fue crucificado, muerto y sepultado. Al tercer día resucitó de entre los muertos, ascendió al cielo y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso. Desde allí El vendrá a juzgar los vivos y a los muertos.”
 
Algunos maestros lo leerían así, “Desde allí vendrá a establecer un Reino terrenal de mil años, y después, juzgará a los vivos y a los muertos.”
 
La doctrina del Reino terrenal fue enseñada por los Fariseos. El Mesías vendrá y vencerá a sus enemigos fundando un reino. Esto era lo que los discípulos tenían en mente cuando le preguntaron a Jesús, ¿Restituirás  el reino a Israel? No comprendían porqué Jesús no se propuso hacerlo. No tenían el concepto del Mesías que moriría, resucitaría y volvería. Todavía no entendían su primera aparición. Su entendimiento estaba cegado por enseñanzas previas. Sin embargo, después de Pentecostés nunca más volvieron a mencionar la doctrina de los fariseos”,  de la que Jesucristo les  había advertido.
 
La creencia falsa de un reino milenario de Cristo en la tierra parte de una interpretación literal e incorrecta de una parte de las Escrituras, Apocalipsis 20:1-7.
 
La palabra “milenio” no está en la Biblia. La anotación simbólica en Apocalipsis 20:1-7 no se puede tomar literalmente. No se puede asociar una entidad espiritual a una expresión literal. Aunque se diese a entender mil años literales, Jesús dijo: “En la boca de dos o tres testigos cada palabra debe ser constatada.” Esta escritura es la única que lo testifica. Es peligroso construir una doctrina completa en base a una porción de las Escrituras, especialmente  si no está respaldada por los que escribieron el Evangelio.
 
Salmos 50:10 dice, “Porque mía es toda bestia del bosque y el ganado sobre mil colinas.” ¿Significa que solo los de mil? Dios guarda el pacto y la misericordia hasta mil generaciones.”(Deuteronomio 7:10), ¿termina aquí su misericordia? También fijémonos en Salmos 105:8. Los mil no son literales en ninguno de estos pasajes. Muchos eruditos creen que es un número simbólico que representa el periodo indeterminado entre la primera y la segunda aparición de Jesús.
 
¿Se ofreció Jesús alguna vez como rey o sugirió que iba a fundar un reino? El le dijo a Pilatos, “Mi reino no es de este mundo.” “Cuando Jesús apercibió de que vendrían a llevarlo por la fuerza para hacerle rey, se fue.”
 
Su ofrecimiento del reino es el mismo que hiciera a Nicodemo al principio de su ministerio, “Es necesario renacer.”(Juan 3:3, 5, 14,15),  es el reino que predicó, (Mateo 4:20, 9:35, 24:14 y Lucas 12:32) y el que también Pablo predicó. (Hechos  28:31, Colosenses 1:13). Algunos dicen que los judíos rechazaron esto y Jesús tuvo que posponer su reino. Tratan de encajar las Escrituras del Viejo Testamento sobre el reino con el reinado de los mil años, pero el reinado de Jesús del Nuevo Testamento es eterno.
 
El apóstol Pablo no está de acuerdo con esta enseñanza; (1 Tesalonicenses 4:13-17) “Así también los que duermen en Cristo,  Dios los traerá con El...y los muertos en Cristo resucitaran primero...luego nosotros los que vivimos, los que quedemos seremos llevados con ellos  a las nubes para recibir al Señor en el aire.” El rapto y la revelación acontecen en la misma aparición.
 
Comparar con 1 Corintios 15:23-24: “Cristo, los primeros frutos, luego los que son de Cristo en su aparición, luego el fin... cuando El entregará el Reino a Dios y al Padre, cuando suprimirá todo imperio, toda autoridad y poder. Porque es necesario que El reine hasta que haya puesto  a todos sus enemigos bajo sus pies.” ¿Desde donde reina? “Ahora este hombre, después de haber ofrecido un solo sacrificio por los pecados para siempre, esta sentado a la derecha de Dios.
 
De ahí en adelante, esperando hasta  que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies.”(Hebreos 10:12-13, Salmo 110:1). Después de la resurrección de  los muertos, no habrá tiempo para la tribulación de los siete años o para el reino de los mil años. No es lo que enseñan las Escrituras.
 
A muchas personas les gusta la teoría del milenio y no se inmutan cuando se les demuestra que esto no lo enseñan las Escrituras. Más bien, aceptan las ideas de Scofield y de otros, que contradicen al propio Jesús.
 
A miles de devotos creyentes les han lavado el cerebro a fuerza de repetir estas enseñanzas por parte de evangelistas, pastores y libros sobre profecías,  y basan sus esperanzas en teorías fabricadas por el hombre.                    

 
Un repaso a lo que dicen las Escrituras debería aclarar conceptos a los que están confundidos:
 
1.El viene de nuevo, “Y si me fuere, vendré otra vez.”Juan 14:3
 
2.Será inesperado, como ladrón en la noche. (1  Tesalonicenses 5:2)
 
3.No será secreto. (Mateo 24:26)
 
4.No se podrá esconder, como un relámpago. (Mateo 24:27)
 
5.Será muy ruidoso. Habrá un grito, una voz, una trompeta de Dios (1  Tesalonicenses 4:16a-c)
 
6.“Las almas…las llevará Dios con El. “ (1 Tesalonicenses 4:14b)
 
7.Y los muertos en Cristo resucitaran primero.” (1 Tesalonicenses 4:16)
 
8.Luego los que quedemos y vivamos seremos todos llevados …para recibir al Señor en el aire.”(1 Tesalonicenses 4:17)
 
Entonces, y no siete años después, El tomará a los resucitados y a los vivos con El.
 
¿Cuándo será? ¿Cuándo resucitaran los muertos? “Le resucitaré en el ULTIMO DIA.” Jesús lo repite en Juan 6:40,44 y 54. En el ultimo día, con la  trompeta final y en un abrir y cerrar de ojos (1 Corintios 15:52).
 
Llegará la hora en la que todos los que están en los sepulcros oirán su voz, y los que hicieron bien resucitarán, más los que hicieron mal serán condenados.”(Juan 5:28-29) (Jesús dijo que los buenos y los malos se levantaran al mismo tiempo).
 
Scofield en su apunte (BRS 1967) sobre Mateo 25:32 afirma: “Este enjuiciamiento  a nivel individual de los gentiles se ha de diferenciar de otros juicios en las Escrituras, como el juicio de la Iglesia, el juicio de Israel, y el juicio de los malvados después del milenio. Este juicio ocurrirá cuando el `Hijo del hombre venga en su gloria´, es decir, en la Segunda Aparición de Cristo después de la tribulación.”
 
Pero Pablo dijo, “El ha fijado un día en el que juzgará al mundo.”(Hechos 17:31)  “Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo’ (Romanos 14:10b.) “Y está establecido que el hombre un día muera y después vendrá el juicio.”(Hebreos 9:27).
 
Ahora te pregunto, si todos los muertos, tanto los buenos como los  malos, se levantaran para el juicio del último día, ¿donde se encuadran la tribulación de siete años o los mil años del reinado de Cristo después del juicio? No hay más días después del último. Después,  sólo el juicio aguardará a los infieles. Ver. Mateo13:38-42, 47-49.
 
El día en que Noé subió al Arca llegó el diluvio y destruyó a todos los que estaban fuera. (Lucas 17:26). “El mismo día en el que Lot salió de Sodoma llovió fuego y azufre y los destruyó  a todos  Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste.” (Lucas 17:29-30).  Los que crean en las anotaciones de Scofield pagaran con sus almas por la eternidad…. No tendrás tiempo para prepárate si aceptas el “arrebatamiento” No habrá una segunda oportunidad. Se han escrito libros para contar a los que “caen” en el arrebatamiento que es lo que han de hacer. Dios ayuda a esos autores y les abre los ojos a la verdad.
 
“Todos los que están en los sepulcros oirán su voz.”(Juan 5:28b, 29) Cuando el venga la puerta se cerrará como se cerró el Arca de Noé después que la familia de Noé estuviese dentro  y llegó el Diluvio, destruyendo a los impíos. Los que están preparados serán llevados, los otros abandonados a una destrucción segura.
 
Algunos predicadores describen un retorno de Jesús silencioso, como un  ladrón en la noche, en el que millones de personas desaparecerán y en los periódicos aparecerán grandes titulares informando sobre familias desesperadas cuyos seres queridos han desaparecido sin dejar rastro. ¡No lo creáis! Jesús advirtió contra la idea de que aparecerá secretamente,  porque lo hará de forma visible, como el relámpago. Pablo nos lo cuenta en 1 Tesalonicenses 4:16 diciendo que el Señor descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con la trompeta de Dios. ¡Tiempos de resonancia!
 
Pedro no creyó en un arrebatamiento secreto o en un reino de Jesús en la tierra. Escribió en 2 Pedro 3:10, “Pero el día en el que el Señor vendrá como ladrón en la noche (inesperadamente) los cielos pasaran con gran estruendo y los elementos se fundirán con ardiente calor y la tierra y las obras que en ella hay se quemarán.” ¿Quien quedará para publicar un periódico o fundar un reino? El día después nunca llegará, pues será el fin de la vida como la conocemos. Con estas palabras de Pedro, todas esas doctrinas inventadas se desvanecen como el humo.
 
La enseñanza de que una terrible tribulación seguirá al arrebatamiento secreto de la Iglesia, inculca miedo a la gente. Si  es cierto que la aparición del Señor será después de los siete años de la tribulación, la fecha de su aparición se sabría. Ya que la idea de los dos advenimientos proviene de la visión de una niña escocesa y no de las Escrituras, puedes descartar  todas las versiones de que si Jesús vendrá antes, en la mitad o después de los siete años de tribulación entre esos advenimientos. Pura fantasía.
 
Dijo Jesús que en el mundo existirá la tribulación. En este momento, muchos están sufriendo por su fe en todo el mundo. Pero Jesús explícitamente dijo que nunca más se repetiría tal ira destructiva de Dios como la que recayó sobre Jerusalén y sobre las personas de aquella generación a la cual El les habló.. (Mateo 24:21) “Cuando tus enemigos te rodearán y te sitiarán...y te derribarán, y a tus hijos..., por cuanto no conociste el tiempo de su visitación”(Lucas19:43-44).
 
Él les dijo a las mujeres que lo seguían cuando cargaba la cruz, “No lloréis por mí, sino llorad por vosotras y por vuestros  hijos.”  “No continuará esta generación hasta que todo esto acontezca.”(Lucas 13:30). “He aquí, les enviaré profetas y apóstoles y a algunos matareis  y crucificareis.. para que venga sobre vosotros la sangre de todos los profetas que se ha derramado desde la fundación del mundo sobre esta generación. De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación.
 
Ellos mataron a los profetas enviados por Dios y después se rebelaron hasta tal extremo que crucificaron a Su Hijo. Sobre ellos en extremo recayó la ira (Mateo 21:33-45).
 
El les dijo a sus seguidores que cuando vieran a Jerusalén rodeada de ejércitos, la gente de Judea tendrían que huir hacia  los montes (Lucas 21:20-21) ¡Y ESO ES LO QUE HICIERON LOS CRISTIANOS! Huyeron a Pella en Decapolis  donde El Rey Agripa les ofreció asilo seguro.
 
Esta gran tribulación era para una ciudad concreta. El país quedó desolado y carente de habitantes durante más de cincuenta años. Todo quedó arrasado, Israel dejó de ser una nación. Es como si la intención de Dios hubiese sido que cuando llegase el asedio la ciudad estuviese llena de miles de personas que habían llegado para celebrar la Pascua y fueran destruidas con la ciudad. Los mataron, crucificaron y fueron vendidos como esclavos, y el templo glorioso y todo lo que contenía fue completamente destruido. Ningún otro país o pueblo jamás ha padecido la ira que recayó sobre Jerusalén. Con razón Jesús  lloró sobre la ciudad. “... no continuará esta generación hasta que todo esto acontezca” (Mateo 24:34).
 
“Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días el sol se oscurecerá, la luna no ofrecerá su resplandor, las estrellas caerán del cielo, y las fuerzas de los cielos serán sacudidas,” (Mateo 24:29). Comentando este versículo, Philip Mauro dice, “cualquiera que sea la interpretación de la traducción de ‘inmediatamente’, no se puede admitir el desplazar la tribulación anunciada  por Cristo y que ocurrió en esa generación  trasladándola al fin de los tiempos.
 
Todo lo que sostenemos es que independientemente de la naturaleza y rigor de las aflicciones que todavía están por venir, esa “tribulación” en particular, de la cual el Señor nos habló como “la gran tribulación” y como “los días de la venganza,” (Mateo 21:21, Lucas 21:22, Marco 13:19) fue la ejecución  del castigo divino sobre el pueblo de Daniel y de la ciudad santa utilizando para ello Dios al ejercito Romano bajo el mando de Tito, en el año70d.C.(Mauro, las 70 Semanas y la Gran Tribulación.pag. 272).
 
Ya que se cumplió literalmente las profecías con respecto a la destrucción de Jerusalén  y el siguiente versículo no tuvo cumplimiento literal, debe haber alguna otra interpretación. La simbología del Viejo Testamento para este pasaje; “El sol se oscurecerá, y la luna ya no ofrecerá su resplandor, y las estrellas caerán del cielo” quiere describir el hundimiento de gobiernos y los hombres al mando.
 
¿Recuerdas el sueño de José? El vio al sol, la luna y las estrellas caer frente a él. Esto se cumpliría posteriormente cuando su padre y hermanos se inclinaron frente a él en Egipto. La destrucción de Jerusalén aparece en Joel 2:30-31, mediante  prodigios en el cielo, el sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre. Parece  aplicarse aquí refiriéndose a la destrucción del pueblo. La caída de estrellas simboliza el desmoronamiento de los líderes.
 
A los judíos y a Jesús les era familiar el lenguaje simbólico que utilizaban los profetas. Los cuerpos celestiales describían a la gente. “Por lo cual las estrellas de los cielos y sus constelaciones no darán su luz, y el sol se oscurecerá...y la luna no ofrecerá su resplandor.” “Porque haré estremecer los cielos, y la tierra se moverá de su lugar...en el día del ardor de su ira.”(Isaías 13:10,13). “Se enrollarán los cielos como un pergamino y caerá todo su ejército, como se cae la hoja de la parra” (Isaías 34:4). Esta fue una profecía contra Edom.
        
Nota adicional del traductor del “Diccionario bíblico de Idumea: (Hebreo Edôm, "rojo", "terroso" o "sangriento"; griego Idoumáia).
 
(Nombre que los griegos y romanos usaron para Edom (Mr. 3:8).  En el período Intertestamental y en tiempos del Nuevo Testamento designaba un área al oeste y noroeste del Antiguo Edom, en el sur de Judá.  Esta región recibió su nombre de los Edomitas, quienes se trasladaron allí después de la caída de Jerusalén en El 586 a.C., y otra vez después de haber sido expulsados de su antigua patria por los árabes nabateos en el s IV a.C.  En los tiempos de los macabeos, los Edomitas ocupaban importantes ciudades hebreas como Bet-sur y Hebrón (1  Macabeos 4:29; 5:65). El gobernante macabeo Juan Hircano finalmente los subyugó y los obligó a aceptar la religión judía.  Como prosélitos judíos, técnicamente lo fueron y se los consideró parte de la nación. Descendientes de los Idumeos fueron Los Herodes.  
 
Ver también Joel 2:30-31,  Ezequiel 32:7-8, Amos 8:9 e Isaías 41:15-16. “Todo valle sea alzado, y bajo toda montaña y colina, y lo torcido se enderezará” (Isaías 40:4) trata de la venida de Juan Bautista. Se dice que Dios ha “bajado” muchas veces para enjuiciar en el Viejo Testamento. Jesús usa el mismo lenguaje en Juan 14:18,  “Vendré a vosotros” y también en 2 Pedro 1:16. Estas apariciones no eran literales. La destrucción de Jerusalén fue como un buitre (águila Romana) que se lanza en picado sobre un cuerpo pútrido. La ciudad  estaba lista para el enjuiciamiento. Puede ser Mateo 24:29 tan literal en “E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no ofrecerá su resplandor, y las estrellas carean del cielo y se agitarán las fuerzas de los cielos,” como Isaías 40:4 con “¿y se movieron las montañas y colinas con la aparición de Juan Bautista?
 
Jesús le respondió a Caifás que vería al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder  y viniendo de las nubes del cielo. (Mateo 26:64). El le decía en lenguaje simbólico,  “Veras la manifestación de mi poder.”  Se manifestó en el terremoto de Gólgota, en la oscuridad durante la crucifixión, en el rompimiento del velo del templo cuando El murió y en la total destrucción de Jerusalén.  
 
El sol se puso en su reino, y finalizó con sangre a medida que el antiguo sistema era barrido. Los cristianos que escaparon de la destrucción debieron pensar que Jesús verdaderamente “vino” a enjuiciar, establecer su Nuevo testamento y a confirmar su reino soberano. (Salmo18:9). Se cumplió la profecía, “Hay algunos de los que están aquí,.... que verán al Hijo del Hombre venir a su Reino.”(Mateo 16:28).
 
Jesús dijo, “No pasará esta generación, hasta que todo esto acontezca “(Mateo 24:34). Si no acontecía para los que lo buscaban con ideas preconcebidas, deben existir una interpretación diferente de las profecías. Jesús profetizó que transcurrirá un tiempo antes de su Segunda Aparición en el que los judíos se dispersarían entre todos los pueblos y que Jerusalén sería pisada hasta que llegase el tiempo de los gentiles. El Reino de los cielos es como el hombre que se ausenta a un país lejano y después de un  largo tiempo el Señor regresa y pide cuentas a sus siervos. (Mateo 25:14-30). “No conocemos la venida del Maestro. Habrá guerras y rumores de guerra, pero aun no es el fin.”(Marcos 13:7) No habrán avisos, sencillamente vendrá repentinamente.
 
Son muchas las denominaciones que nunca han aceptado esta enseñanza profética. Sus miembros no saben nada del “Arrebatamiento de la Iglesia”, de las dos Segundas Venidas o “del milenio”, el otro evangelio. “Pero quienes las enseñan son muy elocuentes”
 
El apóstol Pablo dice, “Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea condenado” (Galatas1:8-9). En Hechos 20:27 Pablo dice, “porque no he eludido anunciaros todo el consejo de Dios.”
 
La enseñanza de Pablo sobre “todo el consejo de Dios” no incluía las dos apariciones, el reino terrenal de los mil años o la reconstrucción del templo con sacrificios de animales. (Ver Hebreos 8,9 y 10, especialmente los versículos 12, 13,14 del capítulo 10) “Pero este hombre (Cristo) habiendo ofrecido una sola vez y para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, esperando que sus enemigos sean puestos por estrado a sus pies. Porque con una sola ofrenda hizo perfectos por siempre a los santificados”.
 
No se necesita ser un teólogo para darse cuenta que a la Iglesia le han vendido “otro evangelio” predicadores que apoyan doctrinas de las que Jesús expresamente nos advirtió. La maldición de Pablo recae sobre ello. Si el Señor proclamó  toda la verdad y todo lo que ha de suceder esta en la Biblia, entonces, toda enseñanza y doctrina diferente a las enseñanza  Bíblica) es herejía, todo el que la predica es un falso profeta, aunque sea por desconocimiento. Por eso el postergado reino terrenal también debe ser catalogado como falsa enseñanza y elucubraciones del hombre.
 
Muchos siguen únicamente a Scofield  porque esa fue su primera formación y es la fuente de su financiación. Han continuado con el error de los defensores del arrebatamiento sin darse cuenta que ellos también están equivocados, pero deseosos de servir al Señor. Por eso Dios los coloca en algún lugar útil para el servicio. Dios no enaltece el error pero ofrece libertad para que puedan encontrar la verdad. A los que se alzan en contra de Dios en la vanidad de sus mentes con su falsa doctrina  y exaltan su imaginación por encima de la Palabra de Dios, El se reirá de ellos y los abominará. Llegan tiempos de turbulencias, cuando las vendas de la mentira se desatarán. Muchos líderes lo ven porque ya ocurre ahora. A esos que están en el error les gustaría estar en  el lugar de los maestros aceptados  e incuestionables. No lo estarán. La espada del Señor esta en esta batalla por la verdad y no puede ser envainada por hombre.
 
Dios ofreció los dones espirituales a la Iglesia; los apóstoles, los profetas,  maestros, milagros, sanaciones, ayuda, gobiernos y multiplicidad de  lenguas (1 Corintios 12:28).  Scofield  se tomó la libertad de eliminarlos. En la anotación de Scofield (BRS de 1917y 1967) sobre 1 Corintios 14:1-2 dice “pero las profecías y las lenguas se acabarán.” De esa manera toma el cuerpo espiritual que el Espíritu  Santo ofreció a los cristianos para relizar su obra y los deja sentados en el parada del autobús esperando a que el Señor los salve del caos en que está sumido el mundo gracias a un arrebatamiento secreto. Olvidan que Jesús esta sentado a la derecha del Padre hasta que todos sus enemigos sean puestos a sus pies.
 
La verdad Bíblica ha sido destruida. La alarma debería haberse disparado en 1909 cuando se traspasaron todos lo límites y la iglesia aceptó enseñanzas sin base escritural como verdaderas.  
Debemos devolver nuestras Biblias y volver a los fundamentos apostólicos.
 
La Palabra es clara y concreta. El  situar la semana setenta al final de los tiempos  expulsa al corazón del evangelio y convierte en  mofa  la Visitación del Mesías, quien forjó nuestra salvación en esa semana tan especial.  Ha llegado la hora de que la iglesia analice con profundidad las escrituras, investigue su historia y recapacite sobre su actitud en lo que respecta a profecía.
 
Ha comenzado una Reforma, necesaria desde hace mucho tiempo.
 
 
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